El presidente de la Junta aboga por una agricultura sostenible y moderna en el II Congreso Andaluz de Agricultura y Regadío
El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, ha abogado por crecer en sostenibilidad en el sector del regadío, propiciando un mejor aprovechamiento del agua y la explotación de cultivos más eficientes. Éste ha sido su principal mensaje en la clausura del II Congreso Andaluz de Agricultura y Regadío, que ha sido organizado por la Asociación de Regantes de Andalucía (Areda) y la Unión de Pequeños Agricultores (UPA).
Griñán ha resaltado la importancia que la agricultura de regadío tiene en la comunidad, ya que representa el 32% de la superficie cultivada y genera hasta el 63% del empleo agrario, y ha elogiado su esfuerzo por modernizarse y hacerse cada vez más sostenible.
En este sentido, ha animado a los regantes a seguir en esa línea de "crear sostenibilidad y cultivos más eficientes con la incorporación de tecnologías renovables". "El objetivo es crecer en sostenibilidad y para ello fomentamos un mejor aprovechamiento del agua, la selección de cultivos más eficientes y la incorporación de las energías renovables. Estas medidas nos permitirán ajustar los consumos de agua e incrementar la producción en una media de 408 euros por hectárea y año", ha concretado.
El regadío, ha subrayado Griñán, "sostiene al sector agrario y a la industria agroalimentaria, es una agricultura productiva y tiene que seguir siéndolo". Aunque ocupa sólo un tercio de la superficie cultivada en Andalucía, genera dos tercios de la producción agraria y mantiene el 63% del empleo en el sector; además, su expansión en las últimas décadas le ha permitido superar el millón de hectáreas cultivadas.
Es por todo ello que el presidente de la Junta ha valorado el papel estratégico del regadío para la vertebración de Andalucía y el mantenimiento de la población en el ámbito rural. Una importancia, no obstante, que puede verse apocada de salir adelante el planteamiento de reforma de la Política Agraria Común (PAC) hecho público recientemente, el mismo que ha provocado el rechazo frontal tanto de Andalucía como de España y de algunos países vecinos. Dicha reforma pretende repartir las ayudas al campo sobre la base de una tasa plana sin tener en cuenta la productividad agrícola de cada zona, sino sólo la extensión de hectáreas que se tenga.
Este sistema, según Griñán, "no genera empleo, sino desigualdades territoriales y productivas". La propuesta esbozada por la Comisión Europea es "mala sin paliativos" porque "no favorece el uso eficiente de los recursos ni la productividad"; prioriza "lo deficiente sobre lo eficiente" y no beneficia precisamente a la cultura de regadío, ha reflexionado.
Frente a lo planteado por la Comisión Europea, el presidente andaluz urge, y en ello ha coincidido en este mismo foro con la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar, a hacer valer, en el seno de la Comisión Europea, una PAC fuerte, con un presupuesto suficiente y contraria a la tasa plana.
Zonas de regadío en Andalucía
En Andalucía existen tres zonas principales de regadío que comparten como rasgo común su alta productividad, debida a la modernización que han experimentado sus instalaciones de riego, sobre todo hacia sistemas de riego localizado, y a la alternativa de cultivos empleada, con cultivos de alto valor económico que hacen más rentables los recursos hídricos.
Estas áreas son la zona interior, que abarca las provincias de Jaén, Córdoba y Sevilla y en cuyos regadíos predomina el cultivo del olivar; el litoral atlántico, que comprende las áreas de riego de Huelva y Cádiz, de alta eficiencia en su conjunto pero con valores más altos en las zonas dedicadas al cultivo de la fresa con riego localizado; y la zona del litoral mediterráneo que, integrada por Málaga, Granada y Almería, es muy heterogénea y muestra claramente que la eficiencia viene ligada al aumento de la superficie dedicada a invernaderos y con riego localizado.
El sector agroalimentario andaluz
El espectacular crecimiento experimentado por la superficie de regadío en Andalucía, que en la actualidad cuenta con unas 300.000 hectáreas más que en 1997 –un 36% más-, ha puesto de manifiesto el dinamismo que caracteriza al sector agrario andaluz, que ha sabido adaptarse a los cambios de las políticas agrarias comunitarias y a las demandas de los consumidores, siendo capaz de diversificar sus producciones hacia aquellas más rentables.
Andalucía cuenta con el sector agrario más potente de España, con más del 25% del valor de la Producción de la Rama Agraria andaluza. Las frutas y hortalizas y el aceite de oliva suman más de la mitad del valor de toda la Producción de la Rama Agraria andaluza.
El peso del sector agrario andaluz también se traslada a la industria agroalimentaria, la más importante tras la de Cataluña, al constituir la principal rama de actividad industrial en Andalucía, con casi 5.000 empresas que representan en torno al 20% de la producción industrial.
Con una cifra de negocios de 13,4 millones de euros, la agroindustria andaluza mantiene un nivel de empleo de casi 50.000 personas y se caracteriza por su marcado carácter exportador. Así, en 2010, el valor de las exportaciones agroalimentarias andaluzas alcanzaron un valor de más de 6.000 millones de euros, arrojando una balanza comercial positiva de más 3.500 millones.
FUENTE: juntadeandalucia.es
